Si hay una frase que define a Eva es la que siempre repetía junto a Perón: “En la nueva Argentina, los únicos privilegiados son los niños”. Esta definición de una de las figuras más destacadas y entrañables del peronismo, fue citada miles de veces para recordarla.
Se ha escuchado muchísimas veces a personas mayores que recuerdan como gracias a Evita “les llegó en tren su primer juguete” o “su primera bicicleta”. También de aquellos niños que conocieron la playa y el mar gracias a Evita y las políticas peronistas. Sin dudas ella fue el corazón del peronismo, que -según el mismo Perón- “cuidaba y asistía a quienes dormían a la intemperie mientras el peronismo construía una casa grande en la que ningún argentino quedara afuera”.
Los orfanatos de aquella época, eran lugares grises. La Defensora de los Descamisados destruyó la lógica triste y anacrónica de estos asilos, creando la “Ciudad infantil Amada Allen”, destinada a niños de dos a siete años huérfanos. La construcción se basó en la amplitud y luminosidad de los espacios, para que constituyeran lugares más amigables donde se pudiera hacer felices a los niños que no podían ser asistidos por sus padres u otros familiares. La Fundación que presidía estableció veinte Hogares Escuela durante los siete años precedentes al golpe de estado de 1955.
“Para los pobres, lo mejor”, decía Evita, y mandaba a construir un barrio para personas de escasos recursos en los que se seguían los planos de la más sofisticada arquitectura de Estados Unidos. Por eso también les hacía poner parquet a las habitaciones y amplias bañaderas en los baños. Esto generaba odio en la oligarquía, que acusaba a los pobres de “hacer asados quemando la costosa madera arrancada del piso de las viviendas” o de “carnear animales adentro de las bañeras”.
Es difícil para quienes somos peronistas rendirle homenaje a quien hizo tanto por los más pequeños en una actualidad como la argentina, gobernada por el macrismo. En 2018 casi la mitad de los niños se ha vuelto pobre y casi el 10% de esa mitad están bajo la línea de indigencia, según la UCA. Estos chicos comen menos de lo que lo hacían en 2015, y encima consumen alimentos de menor calidad. El consumo de leche por cápita descendió hoy un 20% respecto a ese mismo año; esto significa que muchos niños se desarrollarán en inferioridad de condiciones en los próximos años.
Lejos de sumergirnos en el lamento, en un nuevo aniversario de su fallecimiento, elegimos la mejor manera de honrar la memoria de Eva Perón: comprometernos a continuar trabajando en la defensa de los intereses de los más vulnerables, hoy avasallados por el gobierno de quienes lo hacen en nombre de la “oligarquía”, como a ella le gustaba llamar a quienes se olvidan de la patria y sólo piensan en sus propios intereses.
Se ha escuchado muchísimas veces a personas mayores que recuerdan como gracias a Evita “les llegó en tren su primer juguete” o “su primera bicicleta”. También de aquellos niños que conocieron la playa y el mar gracias a Evita y las políticas peronistas. Sin dudas ella fue el corazón del peronismo, que -según el mismo Perón- “cuidaba y asistía a quienes dormían a la intemperie mientras el peronismo construía una casa grande en la que ningún argentino quedara afuera”.
Los orfanatos de aquella época, eran lugares grises. La Defensora de los Descamisados destruyó la lógica triste y anacrónica de estos asilos, creando la “Ciudad infantil Amada Allen”, destinada a niños de dos a siete años huérfanos. La construcción se basó en la amplitud y luminosidad de los espacios, para que constituyeran lugares más amigables donde se pudiera hacer felices a los niños que no podían ser asistidos por sus padres u otros familiares. La Fundación que presidía estableció veinte Hogares Escuela durante los siete años precedentes al golpe de estado de 1955.
“Para los pobres, lo mejor”, decía Evita, y mandaba a construir un barrio para personas de escasos recursos en los que se seguían los planos de la más sofisticada arquitectura de Estados Unidos. Por eso también les hacía poner parquet a las habitaciones y amplias bañaderas en los baños. Esto generaba odio en la oligarquía, que acusaba a los pobres de “hacer asados quemando la costosa madera arrancada del piso de las viviendas” o de “carnear animales adentro de las bañeras”.
Es difícil para quienes somos peronistas rendirle homenaje a quien hizo tanto por los más pequeños en una actualidad como la argentina, gobernada por el macrismo. En 2018 casi la mitad de los niños se ha vuelto pobre y casi el 10% de esa mitad están bajo la línea de indigencia, según la UCA. Estos chicos comen menos de lo que lo hacían en 2015, y encima consumen alimentos de menor calidad. El consumo de leche por cápita descendió hoy un 20% respecto a ese mismo año; esto significa que muchos niños se desarrollarán en inferioridad de condiciones en los próximos años.
Lejos de sumergirnos en el lamento, en un nuevo aniversario de su fallecimiento, elegimos la mejor manera de honrar la memoria de Eva Perón: comprometernos a continuar trabajando en la defensa de los intereses de los más vulnerables, hoy avasallados por el gobierno de quienes lo hacen en nombre de la “oligarquía”, como a ella le gustaba llamar a quienes se olvidan de la patria y sólo piensan en sus propios intereses.
PARTIDO JUSTICIALISTA DE CHACABUCO
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