Visto:
Que las actuales precipitaciones, intensas y
generalizadas, imponen una situación que complica aún más a la producción
agropecuaria y dejan en evidencia la desidia del gobierno nacional y de la
provincia de Buenos Aires por concluir las obras en la Cuenca del Salado que
evitarían inundaciones y sus terribles consecuencias sociales y económicas, y;
Considerando:
Que la cuenca del Salado se sitúa sobre el sector
septentrional de la Provincia de Buenos Aires, ocupando también la parte sur de
la Provincia de Santa Fe y una pequeña porción de la Provincia de Córdoba.
Que más precisamente, el Río Salado de Buenos Aires nace
en la Laguna El Chañar, una decena de kilómetros al suroeste de la ciudad
santafecina de Villa Cañás, a 40 metros sobre el nivel del mar. Con típico
fluir de río de llanura desemboca, luego de recorrer 640 kilómetros, en el Río
de La Plata casi en el centro costero de la Bahía de Samborombón, a unos
170 kilómetros al sudeste de Buenos Aires.
Que desde el punto de vista climatológico, una de las
características principales de la Cuenca es que presenta en forma frecuente y
periódica graves inundaciones alternadas con procesos de sequías, presentando
promedios de entre 800 y 1300 milímetros anuales de precipitaciones. Este fenómeno
climático que se vio agravado en las últimas décadas, provocando en forma
directa pérdidas de gran magnitud en la producción del sector agropecuario y la
infraestructura vial y urbana.
Que en lo que se refiere al Plan de obras en la Cuenca,
el primer antecedente lo encontramos en una obra del naturalista argentino
Florentino Ameghino, en el capítulo
III del libro “Excursiones geológicas y paleontológicas en la Provincia de
Buenos Aires” publicado en mayo de 1884. En dicho capítulo,
titulado “Las sequías y las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires”,
Ameghino expresa la necesidad de llevar a cabo obras de canalización que
tiendan al mejor aprovechamiento del recurso hídrico, evitando el desperdicio
de agua dulce mediante la canalización excesiva hacia el océano y protegiendo
los humedales naturales para la preservación del medio ambiente pampeano.
Que por su parte, en lo que se refiere al aspecto
socioeconómico de la cuenca, es inevitable mencionar la importancia que ella
representa en el mapa productivo de la Provincia. En este sentido, debemos
apuntar que la cuenca abarca aproximadamente 17.000.000 de hectáreas, es decir
más de la mitad de la superficie de la Provincia de Buenos Aires, la más
importante de la Argentina en términos socioeconómicos ya que es responsable
del 25 al 30 % de la producción nacional de granos y carne.
Que aun se encuentra en vigencia el Plan Maestro Integral
diseñado en 1997 con obras que superaban los U$S 1.800 millones y que
contemplaba un plazo de once años para finalizar las obras que permitirían
recuperar 1.200.000 hectáreas. Del mismo se ejecuto desafortunadamente el 8% y
sólo se finalizaron los tramos I y II, que abarcan los distritos de Castelli,
Chascomús, Pila y General Belgrano que requirió una inversión de 700 millones,
y el tramo III se encuentra en ejecución desde hace cuatro años. Justamente
este tramo fue anunciado en 2011 por Cristina Kirchner, con una inversión total
de $1.500 millones financiada con aportes ANSES al Fondo Hídrico y un plazo de
ejecución de 24 meses y nada de eso se cumplió. Por su parte, las obras de los
tramos IV y V ni siquiera fueron llamadas a licitación.
Que la paralización de las obras tiene dos causas, falta
de interés político y falta de financiamiento. Por las características de las
obras de saneamiento hídrico rural, que representan altos montos y largo
recupero, se requiere de fondos especiales, que actualmente no se disponen ya
que en otra
época funcionaba el Fondo Hídrico Nacional que dejó de operar en 2006.
Que simplemente para dimensionar el nivel de desidia,
basta con ver que los montos para ejecutar las obras restantes (1000 millones
de dólares) son iguales a las pérdidas que sufrió la producción agropecuaria de
los 10 partidos del centro de la provincia en las inundaciones de 2012 y si
tomamos las pérdidas que provocaran las inundaciones actuales estaremos
hablando de una cifra desmesuradamente superior a los montos precedentemente
mencionados.
Que según datos oficiales emitidos por la Contaduría
General de la Provincia de Buenos Aires, de lo ejecutado por el Ministerio de
Infraestructura de la provincia durante el Ejercicio 2014 para obras de
Saneamiento Hidráulico y Control de inundaciones, de los 1.255.182.562 pesos de
recursos presupuestados, solo se utilizaron 639.955.079 pesos, ejecutándose el
50,98% del dinero asignados y de los cuales 407.476.542,35 fueron destinados a
la reconstrucción de la infraestructura de la Región Capital.
Que de acuerdo al cuadro de situación arriba esbozado, la
importancia de la realización de las obras necesarias en la región, provocarían
un gran beneficio en la economía nacional, provincial y municipal generando el
recupero de innumerables hectáreas que en la actualidad padecen anegamientos
que las vuelven improductivas; implicando un incremento de la producción
agrícola por año, como así también del sector ganadero y de la producción
láctea.
Que la ejecución de las obras debe propender a mejorar la
actividad económica y el medio ambiente de la región Pampeana, de modo que permita
lograr el potencial económico de todas las actividades relacionadas con la
agricultura y la ganadería en la cuenca, dentro de un marco de desarrollo
social y ambiental balanceados.
Que, como ha demostrado la experiencia, si no se
concluyen las obras necesarias en cada distrito comprometido cuando la
situación se agrava por un exceso de precipitaciones, cada administración
comunal puede actuar independientemente en salvaguarda de sus propios intereses
y trasladar el problema aguas abajo.
Que en fin, los objetivos centrales del programa de obras
a realizarse, deben estar orientados a mitigar el impacto negativo de los
procesos cíclicos de inundaciones y sequías; mejorar las condiciones
económicas, en particular aquellas relacionadas con las empresas agrícolas y
ganaderas; como así también proteger y desarrollar el valor ambiental de la
Cuenca, con el objetivo último de optimizar el manejo de un recurso tan valioso
como lo es el agua dulce.
Que para evitar lo anteriormente expresado y para lograr
un mayor acompañamiento en los reclamos ante el gobierno provincial, años atrás
fue creado con muy buen criterio el Comité de Cuenca del Río Salado ente
integrado por los Intendentes de los distritos situados a la vera del río. En
nuestro caso, el Comité de la Subregión B1 de la Cuenca Hídrica del Río Salado
fue creado el 10 de diciembre de 2001 mediante Resolución 017/01 y está
integrado por los partidos de Chacabuco, Junín, Bragado, Monte, Navarro, Lobos,
Roque Pérez, 25 de Mayo, Chivilcoy y Alberti.
Que la situación es insostenible y urge volver a poner en
marcha las obras para evitar que se sigan viendo perjudicadas miles de
familias, cada vez que las lluvias superan mínimamente los parámetros normales.
Por
ello,
el
Bloque de Concejales del GEN
en
uso de sus atribuciones propone la siguiente
RESOLUCION
Articulo
Nº 1:
Dirigirse al Intendente Municipal del Partido de Chacabuco, Dr. Mauricio
Gabriel Barrientos, a fin de solicitarle que de manera expeditiva y por
iniciativa del mismo se convoque a una reunión del Comité de la Subregión B1 de
la Cuenca Hídrica del Río Salado, con el objetivo de delinear las acciones y
reclamos ante las autoridades provinciales tendientes a afrontar las
inundaciones que se producen por los desbordes de la cuenca del río.
Articulo
Nº 2:
Remítase
copia con sus vistos y considerandos a los Honorables Concejos Deliberantes de
los Partidos de Junín, Bragado, Monte, Navarro, Lobos, Roque Pérez, 25 de Mayo,
Chivilcoy y Alberti.
Articulo
Nº 3:
De forma.
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