Ignacio Gastaldi, secretario de Salud, brindó información
de importancia respecto a las picaduras de araña.
Según
señaló, desde el 2007 al 2011, a nivel país, el Sistema
Nacional de Vigilancia de Salud tiene contabilizado unos 6.000 casos de
envenenamiento por picaduras de araña. En tanto que en la provincia de
Buenos Aires, en ese mismo período, se registraron unos 600 casos.
En
ese aspecto, Gastaldi habló de dos grandes grupos de
arañas. Las domésticas, las cuales producen efectos locales como
irritación, ardor, picazón, enrojecimiento de la piel, hinchazón de la
zona de la picadura, pero sin tener ningún compromiso local, ni general
de la salud.
Un
segundo grupo abarca dos tipos de especies: loxosceles
o araña violín (de hábitat domiciliaria) y latrodectus o viuda negra
(peridomiciliaria), con significado médico y eventual riesgo de vida.
La picadura se siente en el momento porque genera mucho
dolor, mucho ardor local, y es una picadura que puede llegar a comprometer la vida.
“Pican cuando sienten que está en riesgo su vida”, explicó el Secretario de Salud, quien aclaró que si la araña reposa sobre la piel no hay que aplastarla sino correrla.
Los más susceptibles de tener cuadros severos son los niños,
los ancianos y los pacientes que tengan una patología cardiovascular previa.
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