Contrariando todos los esfuerzos que la sociedad realiza para su recuperación económica en un contexto aún no concluido de pandemia, el municipio de Chacabuco se dispone a votar una ordenanza Impositiva para el año 2.022 superior en más de un 56% respecto a la del 2021. Un auténtico tarifazo. Lejos de la moderación esperable en las actuales circunstancias.
Si bien ese porcentaje habla por sí solo, para que el lector lo comprenda mejor resulta necesario repasar lo actuado por el gobierno del Dr. Aiola y cómo con muy poca o ninguna explicación llega a una situación en la que no se limita al citado tarifazo sino que le agrega un retroactivo a los últimos meses del corriente año. El algo más a que nos referimos.
Veamos
Año 2019: el Intendente declara la emergencia económica del municipio. No es un dato menor que lo haga luego de finalizado el periodo electoral. El pesado déficit con que concluye el año demuestra un conocimiento anterior nunca explicado.
Año 2.020: ocurre lo contrario, alcanzándose un superávit importante. Aquí también correspondía una muy clara explicación, pues para una economía tan ajustada como la nuestra debió afectar sin duda alguna en gran medida a una prestación básica, elemental, pues no existe otro modo de provocar este cambio. Esta es una afirmación categórica.
Año 2.021: la Ordenanza Impositiva establece una clausula ¨gatillo¨ vía inflación. Si su intención era cobrarla debió hacerlo con los recibos de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, pues el contribuyente de buena fe puede entender satisfecha definitivamente su obligación fiscal. Otra vez esta falta de información correspondió a un periodo electoral.
Final/actual situación: ahora aumentan un 56% para el año 2.022 y presentarán al cobro un retroactivo del año 2.021 a efectuarse en enero, febrero, marzo y abril 2.022. Otra vez sin explicación alguna.
Como vemos todos, estos años resultan afectados por una total falta de transparencia.
Bloque de Concejales
Frente de Todos
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