Un 27 de octubre de 2010, cuando los argentinos nos preparábamos para un censo nacional, recibimos la triste noticia de la muerte del expresidente Néstor Kirchner. Hoy queremos recordarlo por haber sido un gran presidente y un gran peronista que marcó la historia de nuestro pueblo que no lo olvidará.
Kirchner nos demostró a los argentinos que nuestro destino no está escrito, que la política puede ser una herramienta de transformación social que enamore a los jóvenes a participar en la vida pública.
Desde el pago de la deuda hasta la política de derechos humanos, desde su visión de la integración regional al compromiso con hacer crecer el trabajo argentino. Todo explica porqué, con el paso del tiempo, su figura adquiere para los argentinos, y los peronsitas en particular un renovado valor.
Ante tanta falta de principios del gobierno de turno, ante su insensibilidad por el sufrimiento de los más débiles, Néstor Kirchner es la muestra que es posible un gobierno para el pueblo, y no para los intereses mezquinos de un grupo de empresarios.
Un hombre que sacó adelante con humildad un país donde a quien no le remataban la casa había perdido el dinero en el corralito. Un hombre que hoy, 8 años después de su fallecimiento nos sigue moviendo a la esperanza de creer que todos podemos construir un mañana mejor.
Como dijo Cristina, ese hombre que fue joven durante la dictadura les dejó a los jóvenes un país mejor que el que conoció.
Marcos Merlo
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