Llegamos a este 1º de mayo en un nuevo escenario de la lucha de clases en el país y en la arena internacional. Como izquierda revolucionaria, tenemos una enorme oportunidad y responsabilidad. Se están reuniendo las condiciones de crisis económica y política por arriba, y mar de fondo por abajo, para la emergencia de acciones históricas de los trabajadores y el movimiento popular. Para nuevas y más profundas jornadas como las de diciembre.
En un contexto de enormes luchas en todo el país, desde el Turbio hasta Jujuy, desde el INTI hasta los trabajadores del Posadas; desde los terciarios contra el UNICABA al Polo Obrero y el movimiento piquetero, desde la huelga extraordinaria de ATEN Neuquén, a los parazos de los docentes universitarios, contra la entrega de las paritarias por todas las variantes de la burocracia sindical. Todo esto atravezado por la lucha del movimiento de mujeres de la que fuimos testigos el 8M, con una movilización histórica, que lucha por el aborto legal y por los derechos de la mujer trabajadora, contra la doble opresión de clase y por la emancipación definitiva de la mujer. Una causa motora de otras luchas.
Chacabuco no permanece ajeno a este escenario marcado por los conflictos: los despidos en Torres Americanas, Don Mario, 3M, Natubel, Nidera, Ingredion ( y la flexibilización laboral aplicada a los nuevos convenios), la pauperrima paritaria de Ate. El cierre de comercios y las pesimas condiciones en los barrios periféricos.
Pero también en íntima conexión con la huelga de los obreros ferroviarios y estudiantes de Francia que empujan por la huelga general a 50 años del mayo francés, contra la privatización y las reformas antilaborales de Macron, con el pueblo palestino que enfrenta las masacres del Estado de Israel, con la rebelión del pueblo de Nicaragua contra la reforma previsional de Ortega y del FMI, con el pueblo de Perú en las calles contra la corrupción de Kuzinsky y de su régimen político, con los estudiantes chilenos que se levantan por centenares de miles contra Piñera, por la educación pública al otro lado de la cordillera.
Este 1º de mayo se desenvuelve en el escenario de un nuevo ciclo de guerras internacionales imperialistas. No terminaron de celebrar la disolución de la URSS y enfrentan la tendencia a la disolución de la Unión Europea. Hemos entrado en una etapa de la declinación mundial capitalista signada por crisis políticas y rebeliones populares, que por lo mismo presenta la tendencia a la revolución y la contrarrevolución. No somos neutrales frente al belicismo imperialista, estamos del lado de los pueblos oprimidos y somos en la Argentina, el internacionalismo que impulsa la salida revolucionaria de los trabajadores a la crisis, por gobiernos de trabajadores en el mundo, en cada uno de nuestros países, por una federación de Estados Socialistas en América Latina.
Desde ese lugar denunciamos el golpismo en Brasil. La Justicia de Moro actúa por cuenta del Departamento de Estado, en función de los intereses de los monopolios norteamericanos que chocaron con la red de negocios de los Odebrecht y Cía. Y llamamos la atención que esos golpes parlamentarios y judiciales están actuando en el marco de un reforzamiento de la presión militar, como los pronunciamientos que rodearon la detención de Lula y por el despliegue de tropas en Río de Janeiro y los paramilitares que cobran vidas de luchadores como la concejal Marielle Franco. Se trata de una ofensiva continental de una derecha que en Brasil con Temer gobernó con el propio PT y los Odebrecht, ajustando y desmoralizando a los trabajadores.
Hoy, en el escenario político nacional, está a la orden del día desnudar la demagogia del PJ Federal, los Renovadores y el FPV, que ahora pretextan unidad opositora salvando a los monopolios que operan en los servicios públicos, con una rebaja impositiva y un aligeramiento del último tramo del tarifazo, pero salvando la privatización y el tarifazo de 2016 y 2017 y a los grupos económicos que se benefician de ellos. Son opuestos por el vértice a abrir los libros de las privatizadas, a nacionalizar los recursos estratégicos. Aún si se aprobara el proyecto opositor, que se va a tratar esta semana en Diputados, va al veto de Macri, entonces preparemos el paro activo nacional, preparemos el plan de lucha, preparemos la huelga general, para derrotar el tarifazo y todo el ajuste. ¡Ni el PJ o el FPV, ni sus burocracias sindicales están en eso!
El régimen hace agua, su programa económico estalla en las contradicciones de sus propias premisas económicas y sociales: se caen las reservas, se fugan los capitales hacia las metrópolis. Escala la inflación y se desliza la moneda una y otra vez hacia la devaluación, golpean brutalmente el bolsillo popular y crece el déficit fiscal, nos endeudan por generaciones. Pero los acreedores no bajan las tasas poniendo en duda la capacidad de repago. Nuevos choques con los trabajadores y con sus ilusiones serán inevitables. La idea del frente opositor 2019 es nefasta. Es funcional a la derrota del movimiento popular, es una idea de recambio de los ajustadores mientras se desarrolla el ajuste. Como ahora son rescatistas del tarifazo, son rescatistas de un régimen entero de endeudamiento y flexibilización laboral.
El Partido Obrero plantea quebrar el freno de todas las burocracias sindicales mediante la acción directa de los trabajadores, para nuevos y decisivos 18 de diciembre, por un paro activo en la tradición del Cordobazo, con abandono de plantas y lugares de trabajo y estudio para confluir de a millones hacia el poder político. Colocados en la estrategia de la huelga general. No hay mejor unidad opositora que la de unir a la clase obrera contra el régimen. Por eso llamamos a un congreso de delegados de la CGT Y LA CTA. Por asambleas en los lugares de trabajo, de estudio y las barriadas para organizar a los explotados contra el plan de guerra de Macri, los gobernadores y los intendentes.
¡Viva la lucha de los trabajadores!
Partido Obrero Chacabuco
En un contexto de enormes luchas en todo el país, desde el Turbio hasta Jujuy, desde el INTI hasta los trabajadores del Posadas; desde los terciarios contra el UNICABA al Polo Obrero y el movimiento piquetero, desde la huelga extraordinaria de ATEN Neuquén, a los parazos de los docentes universitarios, contra la entrega de las paritarias por todas las variantes de la burocracia sindical. Todo esto atravezado por la lucha del movimiento de mujeres de la que fuimos testigos el 8M, con una movilización histórica, que lucha por el aborto legal y por los derechos de la mujer trabajadora, contra la doble opresión de clase y por la emancipación definitiva de la mujer. Una causa motora de otras luchas.
Chacabuco no permanece ajeno a este escenario marcado por los conflictos: los despidos en Torres Americanas, Don Mario, 3M, Natubel, Nidera, Ingredion ( y la flexibilización laboral aplicada a los nuevos convenios), la pauperrima paritaria de Ate. El cierre de comercios y las pesimas condiciones en los barrios periféricos.
Pero también en íntima conexión con la huelga de los obreros ferroviarios y estudiantes de Francia que empujan por la huelga general a 50 años del mayo francés, contra la privatización y las reformas antilaborales de Macron, con el pueblo palestino que enfrenta las masacres del Estado de Israel, con la rebelión del pueblo de Nicaragua contra la reforma previsional de Ortega y del FMI, con el pueblo de Perú en las calles contra la corrupción de Kuzinsky y de su régimen político, con los estudiantes chilenos que se levantan por centenares de miles contra Piñera, por la educación pública al otro lado de la cordillera.
Este 1º de mayo se desenvuelve en el escenario de un nuevo ciclo de guerras internacionales imperialistas. No terminaron de celebrar la disolución de la URSS y enfrentan la tendencia a la disolución de la Unión Europea. Hemos entrado en una etapa de la declinación mundial capitalista signada por crisis políticas y rebeliones populares, que por lo mismo presenta la tendencia a la revolución y la contrarrevolución. No somos neutrales frente al belicismo imperialista, estamos del lado de los pueblos oprimidos y somos en la Argentina, el internacionalismo que impulsa la salida revolucionaria de los trabajadores a la crisis, por gobiernos de trabajadores en el mundo, en cada uno de nuestros países, por una federación de Estados Socialistas en América Latina.
Desde ese lugar denunciamos el golpismo en Brasil. La Justicia de Moro actúa por cuenta del Departamento de Estado, en función de los intereses de los monopolios norteamericanos que chocaron con la red de negocios de los Odebrecht y Cía. Y llamamos la atención que esos golpes parlamentarios y judiciales están actuando en el marco de un reforzamiento de la presión militar, como los pronunciamientos que rodearon la detención de Lula y por el despliegue de tropas en Río de Janeiro y los paramilitares que cobran vidas de luchadores como la concejal Marielle Franco. Se trata de una ofensiva continental de una derecha que en Brasil con Temer gobernó con el propio PT y los Odebrecht, ajustando y desmoralizando a los trabajadores.
Hoy, en el escenario político nacional, está a la orden del día desnudar la demagogia del PJ Federal, los Renovadores y el FPV, que ahora pretextan unidad opositora salvando a los monopolios que operan en los servicios públicos, con una rebaja impositiva y un aligeramiento del último tramo del tarifazo, pero salvando la privatización y el tarifazo de 2016 y 2017 y a los grupos económicos que se benefician de ellos. Son opuestos por el vértice a abrir los libros de las privatizadas, a nacionalizar los recursos estratégicos. Aún si se aprobara el proyecto opositor, que se va a tratar esta semana en Diputados, va al veto de Macri, entonces preparemos el paro activo nacional, preparemos el plan de lucha, preparemos la huelga general, para derrotar el tarifazo y todo el ajuste. ¡Ni el PJ o el FPV, ni sus burocracias sindicales están en eso!
El régimen hace agua, su programa económico estalla en las contradicciones de sus propias premisas económicas y sociales: se caen las reservas, se fugan los capitales hacia las metrópolis. Escala la inflación y se desliza la moneda una y otra vez hacia la devaluación, golpean brutalmente el bolsillo popular y crece el déficit fiscal, nos endeudan por generaciones. Pero los acreedores no bajan las tasas poniendo en duda la capacidad de repago. Nuevos choques con los trabajadores y con sus ilusiones serán inevitables. La idea del frente opositor 2019 es nefasta. Es funcional a la derrota del movimiento popular, es una idea de recambio de los ajustadores mientras se desarrolla el ajuste. Como ahora son rescatistas del tarifazo, son rescatistas de un régimen entero de endeudamiento y flexibilización laboral.
El Partido Obrero plantea quebrar el freno de todas las burocracias sindicales mediante la acción directa de los trabajadores, para nuevos y decisivos 18 de diciembre, por un paro activo en la tradición del Cordobazo, con abandono de plantas y lugares de trabajo y estudio para confluir de a millones hacia el poder político. Colocados en la estrategia de la huelga general. No hay mejor unidad opositora que la de unir a la clase obrera contra el régimen. Por eso llamamos a un congreso de delegados de la CGT Y LA CTA. Por asambleas en los lugares de trabajo, de estudio y las barriadas para organizar a los explotados contra el plan de guerra de Macri, los gobernadores y los intendentes.
¡Viva la lucha de los trabajadores!
Partido Obrero Chacabuco
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