Al igual que la estrategia de propaganda de guerra del súper ministro Nazi Joseph Goebbels, el intendente Aiola quiere mostrarse victorioso cuando observa que pierde credibilidad en sus propios seguidores.
Cuentan los eruditos en la materia que, al igual que en la propaganda de guerra, en política, cuando se muestran encuestas con un 62% de imagen positiva lo que se está tratando de hacer es de convencer a su propio electorado de que su imagen no está por el suelo con el objetivo de no quedarse más sólo de lo que se está quedando.
Y sí, mal que le pese, Aiola es Macri, y cuando los vecinos sufren los tarifazos, la inflación, la devaluación, los despidos, el endeudamiento y el ajuste, también están sufriendo a Aiola.
No existe razón alguna para que el intendente haya mejorado su imagen: los empleados municipales no vieron el aumento que aprobaron los concejales del PJ-FpV en sesión, los comercios no vieron ni una política pública que ayude a mejorar las ventas, los despedidos y desempleados no vieron un solo puesto de empleo promovido por el gobierno local, y así, podemos resumir en que el interés de la mayoría de los vecinos de Chacabuco no se vió defendido y representado por el intendente.
Aiola no representa a los vecinos que sufren los recortes de PAMI y ANSES, Aiola no representa a los padres y docentes que reclaman una educación pública de calidad, Aiola no representa los cientos de vecinos que no reciben un plato de comida o los medicamentos que necesita, ni representa a los vecinos que sueñan con un Chacabuco mejor.
Aiola no tiene el 62% de imagen positiva, porque Aiola, Aiola es Macri carajo.
Partido Justicialista de Chacabuco
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