Marcelo Daletto Presidente de la Comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires |
Mucho se discute sobre la situación financiera de la provincia de Buenos Aires, pero la verdad se hace incontrastable cuando los hechos objetivos y los fríos números nos muestran una historia que avala la procedencia del reclamo bonaerense. El Fondo del Conurbano, que se nutre del 10% de la recaudación del Impuesto a las Ganancias, este año llegaría a 54.250 millones de pesos.
Pero la Provincia recibirá sólo 650 millones equivalentes a menos del 1,5%. La diferencia de 53.600 millones de pesos hoy se fuga hacia el resto de las provincias dejando a Buenos Aires en el último lugar de la distribución. La provincia de Buenos Aires aloja al 38,9% de la población argentina. Su potencial hace que en el territorio bonaerense se genere el 36,8% del Producto Bruto Interno (PBI) del país y participe del 32,9% de las exportaciones nacionales. Por su dinamismo y actividad, aporta el 37,4% de la recaudación nacional. Analicemos en las siguientes líneas en qué situación se encuentra Buenos Aires respecto del resto de las provincias y por qué expresamos nuestro descontento.
El proceso de Coparticipación se consolida con la sanción de la Ley de Coparticipación 20.221 en 1973, la que preveía asignar los recursos según porcentaje de población, brecha de desarrollo y dispersión de la población; con ello, la provincia de Buenos Aires contaba con el 27,99% de la masa coparticipable. En 1988, teniendo en cuenta sólo el parámetro poblacional, se sanciona la nueva Ley de Coparticipación 23.548 que provocó que la Provincia sólo perciba el 21,5%, generando un deterioro relativo en sus recursos.
Para paliar este efecto, en 1992 el Congreso Nacional crea el Fondo del Conurbano Bonaerense que se constituye con el 10% de lo recaudado mediante el Impuesto a las Ganancias y cuyo destino único es la provincia de Buenos Aires. También crea el Fondo de Obras de Infraestructura conformado por el 4% de Ganancias y que se distribuye según el índice de necesidades básicas insatisfechas a todas las provincias excepto Buenos Aires. Este hecho fue un claro reconocimiento de que los bonaerenses estábamos en una notable desventaja respecto ade resto de las provincias.
Sin embargo, en 1995, cuando el Congreso Nacional debatió la prórroga del Impuesto a las Ganancias, sancionó con fuerza de ley un techo de 650 millones de pesos al Fondo del Conurbano que no se ha vuelto a poner en tela de juicio en el Congreso y provocó que, con el pasar de los años, la coparticipación efectiva que recibe la Provincia cayera al 18%. La desactualización de este tope nos dejó en un lugar insólito. Hoy, todas las provincias, incluyendo Tierra del Fuego, reciben más por el Fondo del Conurbano que la provincia de Buenos Aires, a la que estaba destinado el fondo en sus orígenes. Esto hizo que nuestra provincia ocupe el último puesto en la distribución de los recursos del Fondo del Conurbano ocasionando que Santa Fe y Córdoba reciban 7,6 veces lo que se destina a Buenos Aires.
Tampoco podemos olvidarnos de los 500 mil millones de pesos que se fugaron de nuestras arcas desde que el límite del Fondo quedó desactualizado y que hoy equivale a un presupuesto entero y que representa la deuda en infraestructura que tiene la Provincia. Por ello, apoyamos a la gobernadora Vidal en su reclamo ante la Corte por la inconstitucionalidad del tope impuesto al Fondo y porque se excluye a nuestra provincia de la distribución que se realiza del excedente que se produce por encima de los 650 millones de pesos, generando una disparidad relativa que se acrecienta cada año. Eso pondría a nuestros habitantes en igualdad de derecho frente a todos los argentinos. Eso también es ser justos.
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