La reciente afirmación de la Presidenta Cristina Kirchner sobre la conveniencia de trasladar la Capital, motivó este sondeo de opinión nacional donde un mayoritario 44% de los entrevistados a nivel nacional acordó con la propuesta mientras el 30% se manifestó contrario al traslado.
Entre los argumentos en favor se señala que hoy existe mucha concentración y saturación de población en la actual Capital Federal, y esto según los entrevistados genera falta de empleo con consecuencias en un aumento de la delincuencia. El mudar la capital reordenaría el territorio, generando nuevos puestos de empleo en lugares poco poblados del interior, desconcentrado a la Ciudad de Buenos Aires y la zona metropolitana en la cual se encuentra mucha gente hacinada sin poder trabajar.
Por lo tanto, según los entrevistados habría mayor oferta de trabajo en todo el país: mayor cantidad en el interior y apertura de posibilidades en la CABA. A su vez, se vería acompañado el proceso de una mayor distribución de recursos y empresas, aportando: a la equidad en la repoblación del país y su actividad económica, incrementado el crecimiento económico de las provincias; el desarrollo y expansión de todo el país, con mayor educación y salud para los actuales pueblos del interior; y a la creación de más ciudades y menos pueblos pobres.
Los argumentos en contra del traslado que se exponen no tienen mayores contenidos que el de los gastos desmedidos que el mudar la capital implicarían. Muchos detractores de la propuesta expresan no saber por qué no les gusta: “no serviría”; simplemente lo ven como un disparate o afirman que “hay cosas más importantes” para hacer. A su vez, se menciona que el intento de traslado de la capital “fracasó ya durante el gobierno de Raúl Alfonsín”.
Entre los argumentos en favor se señala que hoy existe mucha concentración y saturación de población en la actual Capital Federal, y esto según los entrevistados genera falta de empleo con consecuencias en un aumento de la delincuencia. El mudar la capital reordenaría el territorio, generando nuevos puestos de empleo en lugares poco poblados del interior, desconcentrado a la Ciudad de Buenos Aires y la zona metropolitana en la cual se encuentra mucha gente hacinada sin poder trabajar.
Por lo tanto, según los entrevistados habría mayor oferta de trabajo en todo el país: mayor cantidad en el interior y apertura de posibilidades en la CABA. A su vez, se vería acompañado el proceso de una mayor distribución de recursos y empresas, aportando: a la equidad en la repoblación del país y su actividad económica, incrementado el crecimiento económico de las provincias; el desarrollo y expansión de todo el país, con mayor educación y salud para los actuales pueblos del interior; y a la creación de más ciudades y menos pueblos pobres.
Los argumentos en contra del traslado que se exponen no tienen mayores contenidos que el de los gastos desmedidos que el mudar la capital implicarían. Muchos detractores de la propuesta expresan no saber por qué no les gusta: “no serviría”; simplemente lo ven como un disparate o afirman que “hay cosas más importantes” para hacer. A su vez, se menciona que el intento de traslado de la capital “fracasó ya durante el gobierno de Raúl Alfonsín”.
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