Una fecha que recuerda la desaparición
forzada de un hijo de Chacabuco, Haroldo Conti, una fecha incorporada
para siempre a nuestra memoria activa. Haroldo entendía su narrativa
como un río en circulación en su aventura al interior
del lenguaje, en el que no ponía límites a su compromiso con la
belleza, la vida y la justicia. Un hombre que celebro perderse entre las
multitudes. " Escribo y me pierdo entre la gente ", decía. Su corazón
nunca estaba donde su cuerpo. Seguramente aún sigue
vagando por el camino ancho a Bragado, deteniéndose al pie del álamo
carolina a recrear historias de vidas anónimas, integrado a la
naturaleza simple y cotidiana que pintaba magistralmente en sus obras.
La barbarie lo sorprendió anclado voluntariamente a su
trinchera de letras y papel. Vaya pues en su homenaje, el saludo a
todos los escritores y un especial reconocimiento a la Asociación Amigos
de Haroldo Conti y a la Comisión por la memoria de Chacabuco.
Equipo Ciudad Creativa
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